Cómo los líderes pueden apoyar la salud mental de su equipo
¿Están resolviendo los líderes empresariales el problema de la salud mental en el lugar de trabajo o causándolo? Sí, hay ejemplos en los que los líderes han sido agentes de un cambio positivo para la salud mental y otros ejemplos en los que son la misma fuente de los problemas de salud mental.
¿Qué líderes están liderando la respuesta a este problema? La mejor forma de comenzar es con el ejemplo de António Horta-Osório.
En enero de 2020, Horta-Osório, director general de Lloyds Banking Group, se sentó en una entrevista con la BBC para hablar de la relación entre el liderazgo, la salud mental y el rendimiento empresarial, retos con los que Horta-Osório está muy familiarizado.
Asumir el mando.
Poco después de asumir el cargo de director general en 2011, Horta-Osório fue hospitalizado por lo que se informó en su momento como una «baja por estrés». En 2017 reveló públicamente que, de hecho, tras cinco días de insomnio, se había internado en una clínica privada para evitar un colapso mental.
«No estaba acostumbrado a pedir muchos consejos ni a mostrar mucho (emoción) porque había sido director general desde los 29 años y es un trabajo muy solitario», explicó a The Times en 2017. «Pasar de ahí a esta humilde experiencia y aprender a "compartir" con otra persona, sí, requirió cierto aprendizaje, lo admito».
Horta-Osório dijo que esa experiencia le motivó a poner en marcha un programa de sensibilización sobre salud mental para su equipo de altos ejecutivos y a proporcionar los recursos necesarios para formar a miles de empleados en primeros auxilios de salud mental. También se aseguró de que el seguro médico de los empleados del banco incluyera tanto cobertura de salud mental como de salud física.
La confluencia entre la salud mental y el rendimiento empresarial
Aunque Horta-Osório respondía principalmente a su propia e intensa experiencia personal, también era consciente de que las enfermedades mentales son una cuestión empresarial crítica que todos los líderes deben tener en cuenta.
Existe una conexión sorprendentemente fuerte entre la salud mental y el éxito organizativo. La Organización Mundial de la Salud ha calculado que más de 300 millones de trabajadores padecen depresión, una afección que cuesta a la economía mundial más de mil millones de dólares estadounidenses anuales en pérdida de productividad.
Sin embargo, incluso con modelos a seguir como Horta-Osório, el estigma que rodea a la salud mental en el lugar de trabajo sigue siendo omnipresente. Lamentablemente, las diferentes formas en que los líderes contribuyen a los problemas de salud mental también son demasiado comunes.
El impacto del estilo de liderazgo en la salud mental
La prevalencia del liderazgo tóxico y la inexistencia generalizada de seguridad psicológica en el lugar de trabajo sigue siendo un problema importante. Aunque hay muchas amenazas y puntos conflictivos en el lugar de trabajo, un factor importante son los líderes que acosan, amenazan o difaman públicamente a sus empleados o colegas.
Se podría pensar que el fenómeno global del trabajo desde casa mitigaría el impacto de esos estilos de liderazgo, pero el mundo virtual no ofrece ningún refugio contra este tipo de acosadores del trabajo. Es tan fácil intimidar o difamar a alguien en una videollamada como en persona, a veces incluso más fácil por la forma en que la tecnología virtual puede envalentonar y normalizar el mal comportamiento.
Evita aumentar el estrés que ya todos sentimos
El liderazgo tóxico en un entorno de trabajo virtual adquiere más peso si se tiene en cuenta que trabajar desde casa ya es una situación inherentemente estresante.
Un sondeo reciente realizado por Kaiser Family Foundation, fundación con sede en San Francisco y centro de estudio no partidista y sin ánimo de lucro especializado en cuestiones de salud, ha revelado que el número de estadounidenses que declaran haber sufrido efectos negativos en su salud mental como consecuencia de la pandemia está aumentando de forma progresiva.
En una encuesta efectuada entre el 11 y el 15 de marzo de 2021, el 32 % de los encuestados afirmó estar sufriendo efectos negativos en su salud mental. En una encuesta similar llevada a cabo entre el 25 y el 30 de marzo, tan solo 2 semanas después de que comenzara el parón económico, esa cifra había aumentado hasta el 45 %.
¿Qué significa todo esto para los líderes empresariales actuales? La batalla contra el estigma de la salud mental está en curso y los líderes deben desempeñar un papel crucial en el fomento de un diálogo más abierto sobre la obtención de ayuda cuando más se necesita.
También deben reconocer que pueden contribuir a los problemas de salud mental con un comportamiento abusivo. Aunque este tipo de liderazgo tóxico es desaconsejable en el mejor de los casos, se vuelve aún más perjudicial en un momento en el que la salud mental ya está siendo puesta a prueba por la pandemia.
Los líderes pueden ser grandes defensores de la salud mental, pero solo si están dispuestos a enfrentarse a sus propias necesidades y a analizar detenidamente si son más parte del problema que de la solución.
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