Igualdad vs Equidad
Cuando el objetivo es crear un espacio de trabajo diverso es importante destacar las diferencias entre igualdad y equidad para que el ambiente entre tus empleados sea justo e inclusivo.
La igualdad y la equidad son dos términos muy similares que suelen intercambiarse de forma errónea por accidente o falta de comprensión. En realidad, existen diferencias importantes entre estos dos términos, aunque suelen perseguir el mismo objetivo: crear un espacio de trabajo justo y diverso.
La diferencia entre igualdad y equidad va más allá de sus letras.
Antes de formar a tu personal en materia de igualdad y equidad en el lugar de trabajo, es importante comprender el significado real de estos dos términos.
Igualdad
La igualdad tiene que ver con que todos los empleados tengan la oportunidad de triunfar y aprovechar al máximo su tiempo en la empresa.
Para garantizar la igualdad en un espacio de trabajo, es necesario que todos tus empleados tengan las mismas oportunidades para ascender, se les ofrezca el mismo nivel de apoyo y sientan que, independientemente de su cargo, condición u origen, todos reciben el mismo trato.
Equidad
La equidad está relacionada con ofrecer un apoyo extra a aquellos trabajadores que lo necesiten para crear un espacio de trabajo completamente justo. Esto se traduce en ofrecer apoyo a quienes tengan problemas en el trabajo y comprender cada circunstancia personal para poder apoyar a los más desfavorecidos o menos afortunados de alguna manera.
Un ejemplo podría ser conceder tiempo extra para completar una tarea o reducir el volumen de trabajo a un empleado que, por circunstancias personales o problemas en casa, tiene una menor productividad.
Comparando los dos términos
A simple vista, puede parecer que «igualdad» y «equidad» son términos contradictorios. La primera tiene como objetivo poner a todo el mundo en igualdad de condiciones para que tengan las mismas oportunidades, sin embargo, la equidad rompe con este lema a la hora de brindar apoyo extra a aquellas personas que lo necesitan.
La realidad es que ambos términos guardan relación y deben usarse juntos para garantizar un lugar de trabajo verdaderamente justo y diverso. La igualdad debe servir para acercar a todos los empleados a un estándar básico respaldado por tu empresa. Después, la equidad puede emplearse para brindar un apoyo adicional a quienes lo necesiten, lo cual requiere buen criterio y ejecución por parte de los equipos de liderazgo.
Es importante encontrar el equilibrio adecuado en el trabajo en términos de igualdad y equidad. De igual forma, se debe tener especial cuidado a la hora de formar al personal en materia de equidad. Si algún empleado recibe demasiado apoyo o no recibe el suficiente, podría considerarse que es injusto y provocar desigualdades en tu equipo de trabajo.
Formación del personal
Por lo general, existen dos formas de abordar la formación del personal en materia de igualdad y equidad.
La primera es seguir el cumplimiento de igualdad y los programas de formación para poner a disposición de los empleados los conocimientos necesarios para crear un entorno de trabajo que ofrezca igualdad de oportunidades. El Departamento de Trabajo de EE. UU. establece directrices sobre igualdad de oportunidades de empleo y algunos estados han determinado que la formación de prevención de acoso sexual sea obligatoria.
Este método suele ser el preferido de todos los empleados. Es muy práctico y enseñará a todo tu equipo los conceptos básicos de igualdad y equidad. Sin embargo, puede que necesites proporcionar a los altos cargos formación adicional sobre algunos conceptos, por ejemplo, sobre cómo implementar esas políticas y cómo realizar investigaciones internas cuando surgen problemas de igualdad.
No obstante, recuerda que no existe una solución rápida para la igualdad y la equidad en el trabajo. Si tu equipo sufre problemas de igualdad, debes evaluar tu plantilla y considerar las oportunidades de formación disponibles. Debes tener en cuenta que tu personal tiene diferentes orígenes y experiencias únicas que condicionan el éxito de cualquier formación sobre igualdad y equidad. Por lo tanto, debes tener en mente aquellos programas de igualdad y equidad personalizados que mejor se adapten a las necesidades de tu empresa y tu personal.
Inclusividad a través de la tecnología
Para ofrecer formación en igualdad y equidad es importante tener en cuenta el uso de la tecnología. Después de todo, las soluciones tecnológicas son una forma de inclusión puesta en práctica.
Cuando un gran equipo está repartido por todo el país, es importante encontrar la manera en que todos los empleados puedan participar en la formación. Dado que algunos empleados pueden encontrarse demasiado lejos de tu oficina como para poder participar de forma presencial, esto supone una desventaja.
Por eso, tenemos que poner en marcha ideas equitativas que les proporcionen las mismas oportunidades que a los empleados que pueden asistir físicamente a la formación. Una buena solución para esto es ofrecer opciones de aprendizaje virtual a las que se pueda acceder desde diferentes dispositivos. Esto garantiza la inclusión de todos tus empleados y que se les brinde por igual la oportunidad de aprender sobre igualdad y equidad en el trabajo.
Fomentar la igualdad de oportunidades
Además de esa formación, también es necesario establecer una cultura equitativa en el lugar de trabajo. Esto incluye retirar carteles o letreros que interfieran con una cultura equitativa como, por ejemplo, eslóganes centrados en el género o llevar a cabo reformas en las instalaciones para hacer más cómodo el lugar de trabajo a aquellos empleados con alguna discapacidad física.
Apoyarse en el coaching de cambio conductual para garantizar que el personal de alta dirección sea el primero en hacerloy también sea adoptado por el resto de empleados como parte de su proceder general en el trabajo. Los líderes también deben participar activamente en estas iniciativas para inspirar y alentar al resto del personal a seguir su ejemplo.
A medida que más industrias trabajan para crear igualdad de oportunidades para personas con diferentes orígenes y circunstancias, es importante centrarse en la formación y la creación de un espacio de trabajo inclusivo para promover esos valores y garantizar que todo tu personal se encuentre en igualdad de condiciones. Aunque una formación eficaz en el lugar de trabajo puede educar a tu personal en los principios de igualdad y equidad, los principios de un buen coaching organizativo pueden ser el catalizador de un cambio duradero; de manera que la cultura de tu lugar de trabajo acabará inculcando esos valores de forma natural en cada miembro de tu equipo.
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